6.02.2019

Control de Lectura 4:Una Pedagogía de la comunicación - Mario Kaplún (Énfasis en los Procesos)

El día jueves 21 de marzo, abordamos la lectura numero 3 con el equipo número . De ella se pueden rescatar diversos puntos importantes que explicaremos a continuación.


¿Por qué empezar hablando de educación y no directamente de comunicación?

En primer lugar, cuando hacemos comunicación educativa, estamos siempre buscando de una y otra manera, un resultado educativo. Concebimos, pues, los medios de comunicación que realizamos como instrumentos para una educación popular como alimentadores de un proceso educativo transformador.

"A cada tipo de educación corresponde una determinada concepción y una determinada práctica de la comunicación"




Por eso, es tan útil y esclarecedor comenzar analizando los diferentes tipos de educación.

El autor Díaz Bordenave ha señalado que se pueden agrupar tres modelos fundamentales. Estos tres modelos no se dan químicamente puros en la realidad sino que un tanto entremezclados y se encuentran presentes en distintas proporciones en las diversas acciones educativas concretas. No obstante, es posible distinguirlos de la siguiente manera:

  • Modelos Exógenos →→→→→ 1. Educación que pone el énfasis en los contenidos.

(Educación = Objetos)                                 2. Educación que pone el énfasis en los efectos.

  • Modelo Endógeno →→→→→ 3. Educación que pone énfasis en el proceso.
(Educando = Sujeto)                                                                                                          
      

Llamamos a los dos primeros modelos exógenos porque están planeados desde fuera del destinatario, como externos a él: el educando es visto como objeto de la educación; en tanto, el modelo endógeno parte del destinatario: el educando es el sujeto de la educación.

Cada uno da el énfasis en un objeto distinto, dando prioridad y centrándose en este sin prescindir de los otros. Comencemos definiendo cada uno para poder analizarlos después.


  • Educación que pone énfasis en los contenidos: Este es igual a la educación tradicional, basada en la transmisión de conocimientos y valores de una generación a otra.



  • Educación que pone énfasis en los efectos:  Consiste esencialmente en "moldear" la conducta de las personas con objetivos previamente establecidos.






  • Educación que pone el énfasis en los procesos: Destaca la importancia del proceso de transformación de la persona y la comunidad. Se preocupa sobre todo por la interacción dialéctica entre las personas y su realidad, y por el desarrollo de sus habilidades intelectuales y de conciencia social.  


Centrándonos en este ultimo, se puede decir que es un modelo gestado en América Latina. Freire y otros educadores le imprimen su clara orientación social, política y cultural y la elaboran como una "pedagogía del oprimido", como una educación para la democracia y un instrumento para la transformación de la sociedad.

Partiremos, para caracterizarla, de una frase del propio Freire: "La educación es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo". 

Ya no se trata, pues, de una educación para informar sino que busca FORMAR a las personas y llevarlas a TRANSFORMAR su realidad. De esa primera definición, el pensador brasileño extrae los postulados de esta nueva educación: 

  • No más un educador del educando.
  • No más un educando del educador.
  • Sino un educador-educando con un educando-educador.
Lo cual significa:
  • Que nadie se educa solo;
  • Sino que los hombres se educan entre si mentalizados por el mundo.
→¿Qué es enfatizar el proceso?

Es ver la educación como un proceso permanente, en el que el sujeto va descubriendo, reinventando y haciendo suyo el conocimiento. Un proceso de acción-reflexión-acción  en el que también esta ahí el educador/educando acompañando al otro, estimulando ese proceso de análisis y reflexión, facilitándoselo, aprendiendo junto a él y de él y construyendolo juntos.

→Otros rasgos del modelo.
  • Este tipo de educación exalta los valores comunitarios, la solidaridad, la cooperación; exalta a si mismo la creatividad, el valor y la capacidad potencial del individuo. 



  • Si la educación es un proceso, es un proceso permanente.
  • Su objetivo es que el sujeto piense y que ese pensar lo lleve a transformar su realidad.

En la relación entre el educador y los educandos, mediatizados por el objeto que ha de descubrirse, lo importante es el ejercicio de la actitud crítica frente al objeto y no al discurso del educador en torno al objeto.

Aun cuando los educandos necesiten alguna información indispensable para la prosecución del análisis —puesto que conocer no es adivinar— nunca hay que olvidar que toda información debe ir precedida de cierta problematización. Sin ésta, la información deja de ser un momento fundamental del acto del conocimiento y se convierte en la simple transferencia que de ella hace el educador"a los educandos.

La información, pues, es necesaria. Un dato, un aspecto de la realidad, puede ser indispensable para que el grupo avance. Y el educador (o el comunicador) no debe dejar de aportarlo.
Pero esa información debe responder a una previa problematización: a una necesidad que el grupo siente, a unas preguntas que éste se formula, a una búsqueda, a una inquietud. Si esa inquietud no nace en el grupo y el educador juzga que esa información es imprescindible para que los educandos puedan avanzar en su proceso, su primera tarea será despertar esa inquietud, hacer que esas
preguntas surjan; vale decir, problematizar. Sólo entonces aportará la información. Porque sólo así el grupo la incorporará, la hará suya.



Bibliografía: Kaplún, Mario (1998).Una pedagogía de la Comunicación. Madrid, Ediciones de la Torre, pp. 47-57


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